Blog sobre nuestro proceso de adopción en Vietnam

Reflexiones sobre el nombre de origen

Hace unas semanas tuvimos una reunión con dos psicólogas de nuestra agencia y con otros padres adoptantes en espera de pre-asignación. Era simplemente una manera de conocernos, de hablar sobre los temas que nos preocupan y surgió el debate sobre si guardar o no el nombre de origen de nuestros hijos. Me sorprendió mucho lo tajantes que fueron al respecto: conservar el nombre de origen si o si.

Yo siempre he pensado que es una cuestión que seguramente se tiene que personalizar y cada caso es diferente. Cuando he leído al respecto siempre hay personas que se posicionan a favor y otras en contra pero sin radicalizarse. De hecho en general creo que en la vida no se puede generalizar y en la adopción menos. Pero en este caso fue curioso que las profesionales se mantuvieron firmes en contra de cambiar el nombre fuese cual fuese el caso.

A todo el mundo nos gusta opinar sobre todo y nos encantan las teorías  pero yo creo firmemente en la experiencia y en la práctica aunque no todos los profesionales piensan igual y eso lo hace más difícil. Nos explicaron que el nombre de origen es la esencia de tu identidad, sea quien sea que te lo haya puesto (tu familia de origen, el orfanato, la administración…), sea cual sea tu edad  y deshacerse de lo único que es realmente tuyo no es recomendable. Referían que era un tema que ellas veían que preocupaba mucho a los adolescentes adoptados y que la mayoría de ellos hubiese preferido conservar su nombre original.

Otros profesionales opinan que sólo es un cambio más dentro de los millones de cambios que los niños hacen durante el proceso de la adopción ya que el niño cambia de cultura, país, lengua,  etc.  Al contrario, guardar su nombre a veces puede retenerle un poco a su vida anterior, impedir encontrar su sitio. Además los nombre de origen a veces son impronunciables o motivo de burlas, etc. Aconsejan siempre guardar su nombre de origen como segundo nombre (a menos que tenga una connotación negativa).

De otro lado está la ilusión de los padres a poner un nombre a su hijo, ¿egoísmo (no me malinterpretéis) o una manera de filiación? Sabemos que nuestra paternidad es diferente de la biológica y hay que pensar en ellos y en lo que les convendrá más, pero es una decisión complicada.

Le doy vueltas a este tema y creo que igualmente cada caso es diferente y como padres tenemos que hacer lo que creamos que sea mejor para ellos con sentido común y conocimiento.

En el blog leblogdeladoption:  el pediatra Jean- Vital de Monléon especialista en adopción explica un ejemplo de tres hermanas llegada de Etiopía. Sus padres decidieron conservar sus nombres de origen  y tres meses más tarde las tres niñas habían escogido tres nombres franceses que les gustaban. Puede ser que fuese una manera de encontrar su sitio en la escuela, en la sociedad? Finalmente los padres les cambiaron el nombre.

Como digo, complicado…

Tạm biệt

X&N

2 comentarios

  1. rosana

    Hola,
    Nosotros estuvimos con esto del nombre dando vueltas, que si le dejábamos de segundo el nombre y le poníamos otro primero, que si sera mejor para la adaptación un nombre catalán, que si se podrá pronunciar su nombre, etc. Y como tiempo para pensar es lo que sobra en este proceso, tanto lo pensamos que llego el día de la pre asignación y no habíamos decidido nada.

    Pues mira, que al mostrarnos su foto y decirnos su nombre ya ni a mi marido ni a mi se nos ocurrió cambiarlo ni agregarle otro. Sentimos que ese era y será su nombre. Surgió así, después de darle tantas vueltas!!!!

    Todos pensamos en lo que sea mejor para nuestro hijos en el futuro, pero creo que a veces el disfrutar de ellos y en nuestro caso del largo proceso, es bueno en si mismo, sin pensar SIEMPRE en las implicancias futuras de absolutamente todo lo que hacemos. Al fin y al cabo creo que si estamos orgullosos de la historia de nuestras peculiares familias eso es lo que trasmitimos, independientemente de si su nombre vietnamita es el segundo o el primero.

    Creo que como tu dices, cada nene es especial y la historia de su nombre también lo es.

    Un saludo
    Rosana

    • nathviet

      Tienes toda la razón del mundo: le damos demasiadas vueltas a todo y al final cuando llega el momento se resuelven las cosas de una manera más natural. Nos sobra tiempo y más tiempo… que le vamos a hacer?

      Muchas gracias por dejarnos tu opinión!! y ánimo en esta recta final!!!

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